
Este género resistente, práctico y adaptable, que originalmente utilizaban los buscadores de oro en California, dio lugar al nacimiento de una verdadera revolución cultural. Creado en 1853 como ropa de trabajo, el modelo original era de lona y después apareció la tela llamada denim. En los años setenta, cuando Yves Saint Laurent, Pierre Cardin y Kenzo incorporaron este género a sus sofisticadas colecciones, el denim pasó al frente. Y en la actualidad no hay diseñador que no lo ponga, de alguna manera u otra en sus colecciones.

Hoy al jean se lo considera universal: tanto por su diseño clásico como por su textura. Es una prenda y un género versátil, combina con todo tipo de telas y con cualquier color de la paleta. Por eso nunca pasa de moda y cada temporada se acomoda a las tendencias.

